Antes de irte de vacaciones con tu mascota es importante que programes el viaje teniendo en cuenta que con ellos hemos de cumplir una serie de medidas para que las vacaciones las disfrutemos de forma legal y segura para todos, y no tengamos ningún problema durante esos días tan esperados por toda la familia.
1º: Debes valorar si tu amigo peludo estará mejor contigo, o si el viaje le puede suponer un estrés excesivo que le impida disfrutar de las vacaciones como os gustaría.
En nuestra opinión, en el caso de los felinos, lo mejor es que mientras sus dueños están de vacaciones, se queden en su casa, un lugar seguro y de confianza donde se encuentran fenomenal, ya que el estrés del viaje supera casi siempre el disfrute de las vacaciones. Ésto siempre y cuando la estancia vacacional no sea muy prolongada y algún conocido pueda ir a verle, jugar, limpiar la caja y darle agua y comida todos los días.
2º: Cuando elijas el destino, piensa en él. No todos los destinos son aptos para mascotas. Hay que tener en cuenta el lugar donde va a dormir, el clima, si lo podrás llevar contigo a todas partes (y si no, si te permitirán dejarlo en el alojamiento mientras tú no estés), si podrá correr y desahogarse, si hay un veterinario de urgencias en la zona…
- Es imprescindible llevar la documentación en regla de nuestro perro o gato allá donde vayamos, es decir, cartilla sanitaria al día (principalmente vacunación y desparasitaciones externa e interna) y pasaporte si viajáis fuera de vuestro país. Los animales han de estar siempre identificados, y según el país de destino, haber pasado una revisión veterinaria por parte de su veterinario, que emita un certificado de salud que acredite que el animal está en condiciones de realizar el viaje.
Cuando el viaje sea fuera de España, se ha de consultar la normativa europea que regula estos desplazamientos por el riesgo zoosanitario que conllevan, es decir, para evitar el contagio de enfermedades potencialmente transmisibles al ser humano y a otros animales. Lo mejor es que contactes directamente con la embajada o consulado del país de paso y de destino, para evitar sustos en las fronteras.
- El equipaje de nuestros amigos peludos ha de ser revisado antes de salir:
llevar su alimentación habitual (para evitar trastornos digestivos), chucherías preferidas, medicación y recetas veterinarias si es el caso, recipientes de agua y comida, collar o arnés y correa, mantita y juguetes favoritos, bolsas para recoger las heces, caja de arena si un gato, botiquín de primeros auxilios.
No te olvides de identificar su collar con tu número de móvil (si son 2, mejor), ya sea con una chapita o directamente con un rotulador, para que en caso de extravío, la localización sea más rápida. - Sea cual sea el medio de transporte, antes de salir de viaje no se recomienda que el animal coma. Sí que haga sus necesidades.
Si se marea, es importante que días antes de partir lo hayas consultado con tu veterinario para que te dé la mejor solución personalizada para tu amigo. - Si viajáis en coche, la mascota tiene que ir cómoda, relajada y segura. Acuérdate de llevar su mantita o camita con él, lo tranquilizará. Existen métodos de sujeción homologados, o lo más seguro, dentro de un transportín. Hay que hacer paradas cada máximo 2 horas para que puedan estirar las patas y beber agua. Jamás lo dejes en el interior del coche cerrado, incluso bajo la sombra y con las ventanas abiertas, y vigila la temperatura interior del vehículo durante el trayecto, para que no sufra un golpe de calor.
Viajar en avión, barco o tren con un animal suele requerir más burocracia, de modo que lo mejor es consultar con suficiente tiempo de antelación con la compañía de transporte para saber las limitaciones y requisitos que solicitan.
Una vez superado el viaje y llegado a vuestro destino, ayuda a tu mascota a familiarizarse con el nuevo entorno permitiéndole oler e investigar todos los rincones que le apetezcan. Te aconsejamos que lo mantengas atado con la correa, ya que es un lugar extraño para él y podría causarle desconfianza y miedo al inicio.
Y ahora sí,
¡Felices Vacaciones a todos los peludos (y a sus mejores amigos humanos 😉 )!